
Ayudamos a hermanos a encontrarse a sí mismos, transformarse y recuperar su vida.
Nuestro propósito es servir
Servir desinteresadamente a hermanos "perdidos" para que se encuentren a sí mismos a través de la transformación y el fortalecimiento espiritual.


A quiénes beneficiamos
Todo ser humano atrapado por la ilusoria fascinación del alcoholismo y la drogadicción que recibe los beneficios y bendiciones del programa Cottolengo. Estos siendo jóvenes hombres, adultos entre 20 y 52 años, los cuales se encuentren en aptas condiciones para seguir el programa; así como sus familias que fueron afectadas por su adicción.
Nuestra misión
Favorecer la rehabilitación de los que sufren alcoholismo y drogadicción, para que puedan vivir sobrios, ayudándoles al manejo de sus emociones y a comprender el origen de su desarmonía, para unirlos con sus familias e integrarlos a la sociedad.
Nuestra visión
Ayudar al enfermo y a su familia a comprender que el alcoholismo y drogadicción son enfermedades que no se curan, pero sí se pueden detener, creando estructuras necesarias que favorezcan a los enfermos que ingresan a Cottolengo para que concluyan su programa de manera satisfactoria.
Nuestros valores
Orden
En la mente, pensamientos, corazón y emociones.
Servicio
Estar al servicio de todos, en especial, de los hermanos que sufren.
Amistad
Aprender a respetar y a relacionarse en grupo.
Responsabilidad
Cumplir con el deber interno y externo.
Espiritualidad
Comprender que somos almas en evolución y no solo cuerpos físicos.
Honestidad
Aprender a ser verdaderos y congruentes con el programa.
La historia de Cottolengo de Yucatán
1786
El movimiento surgió de la idea de San José Benito Cottolengo (1786-1840), quien dedicó parte de su vida en apoyar a los desamparados y enfermos, fundando el hospital "La Divina Providencia”.
1935
El 10 de Julio de 1935 nace en Akron, Ohio, EU, lo que hoy conocemos como Alcohólicos Anónimos, una comunidad de hombres y mujeres que comparten mutuas experiencias, fortaleza y esperanza.
1952
En 1952 la Organización Mundial de la Salud (OMS), declara el alcoholismo como una enfermedad incurable, progresiva y mortal.
La idea de la creación del centro surge después de que el sacerdote Raúl Ignacio Kemp Lozano viviera una experiencia personal con Agustín Ontiveros, alcohólico, al cual no pudo otorgarle un lugar donde lo recibieran, por lo que solo le pudo dar dinero para comprarse algo para comer. Éste a las dos semanas falleció por congestión alcohólica.
Este hecho fue el motor que motivó al sacerdote, con la autorización del entonces Arzobispo, Manuel Castro Ruiz, bajo los auspicios de la divina providencia, con la ayuda del Patronato Yucatán A.C. y la congregación de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paul, en especial de Sor Mercedes, a crear el centro de rehabilitación.
El primero en sumarse a la causa fue Don Gustavo Ricalde Durán, quien aportó los fondos para la adquisición del terreno done se ubica actualmente. Don Juan E. Millet Rendón y su esposa Sarita Vales de Millet, que en paz descansen, se unieron a la causa con la Fundación Millet, siendo un gran pilar para la construcción y crecimiento del centro hasta el día de hoy.
1983
Se constituye el 25 de Febrero de 1983, Cottolengo de Yucatán como Asociación Civil sin fines de lucro. Ese mismo año el 12 de Diciembre, en el marco de las festividades de la Virgen de Guadalupe, se coloca la primera piedra.
Se constituye el 25 de Febrero de 1983, Cottolengo de Yucatán como Asociación Civil sin fines de lucro. Ese mismo año el 12 de Diciembre, en el marco de las festividades de la Virgen de Guadalupe, se coloca la primera piedra.
1985
El 23 de septiembre de 1985, el centro inicia actividades bajo la dirección del sacerdote católico Raúl Ignacio Kemp Lozano y adopta el nombre de Universidad de la Vida.